La creciente desigualdad: la tesis de Joseph Stiglitz

Desigualdad - Dibujo de Pawel Kuczynski
Pawel Kuczynski

Ya hemos comentado en otras entradas el fuerte crecimiento de la desigualdad que se está produciendo en Estados Unidos y en otros países de la OCDE. Se trata de un fenómeno de largo plazo, que se inicia después de la crisis del petróleo y continúa  tras la “Gran depresión”  de 2007-2008. Señalábamos como factores explicativos más importantes el impacto de la globalización y el parcial desmantelamiento de las instituciones y políticas de bienestar construidas después de la Segunda Guerra Mundial.

 

He terminado de leer el libro de Stiglitz, The Price of Inequality: How Today's Divided Society Endangers Our Future. En esta obra Stiglitz también insiste en la importancia de las políticas públicas a la hora de explicar el crecimiento de la desigualdad, aunque aporta otro enfoque que explicaría asimismo las causas de la puesta en práctica de esas políticas públicas promotoras de la desigualdad. Según Stiglitz, las grandes elites económicas habrían tenido un éxito sin precedentes en la búsqueda de rentas (rent-seeking), apropiándose de una fracción importante de la renta generada por la mayoría de la población. Es decir, su enriquecimiento no sería fruto de la creación de renta, sino de la extracción de la de otros. La desigualdad no es fruto de circunstancias, sino promovida conscientemente, “creada”.

 

¿Cómo lo han conseguido? Ante todo, mediante mecanismos que permanecen ocultos para la mayoría de la población, pero que son aceptados por las elites gobernantes: haciendo que los mercados sean menos transparentes y por lo tanto menos competitivos, más monopolísticos u oligopolísticos; fomentando la opacidad de los mercados financieros, de las entidades y de sus prácticas; vendiendo al gobierno productos por encima de su precio de mercado… En general, los más ricos se han convertido en ricos no por su genialidad como inventores o descubridores de una idea de negocio, sino por encontrar la mejor manera de explotar su poder de mercado y otras imperfecciones del mercado. También su éxito se debe a que han conseguido la mejor manera de que la clase política trabaje para ellos en lugar de para el bien común. Por ejemplo, convenciendo a los gobernantes para que desarrollen un sistema fiscal regresivo.